Mosaik (aka Radix/tpolm) es un ejemplo a seguir dentro de la escena del audio libre. Ha conseguido evitar el estancamiento, tan propio de muchos otros músicos de su generación, a base de grabaciones muy cuidadas y diversas, siempre manteniendo un alto grado de coherencia en cada uno de sus EPs. Ha sabido adaptar y hacer evolucionar su estilo a lo largo de todos estos años, abriéndose a públicos más amplios con un sonido cada vez más depurado.
A pesar de estos cambios, siempre lógicos, el músico sueco mantiene su idiosincrasia y sus iconos básicos: buenas melodías y atmósferas. Minutes es un magnífico ejemplo de lo que es capaz de hacer: pistas con líneas dulces, sonidos sintéticos suaves medidos al milímetro, efectividad y efectismo en la mezcla. Es un disco agradable de escuchar hasta decir basta, que a pesar de durar tan sólo doce minutos, puede ser escuchado en bucle una y otra vez porque no cansa.
Se deja bastante notar la influencia del mítico Buzz en toda la producción (aunque no estoy seguro de que este disco se produjera en este programa). Con influencia me refiero a que todo es muy demasiado cristalino, con ese sonido digital que intenta imitar la calidez de lo analógico. ¡El uso casi abusivo del delay también es marca de la casa! De alguna forma, una vez los trackers tuvieron libertad para franquear las barreras técnicas tradicionales, los usuarios de este tipo de software llegaron a obsesionarse un poco con hacer cosas impensables en un ordenador personal de cinco años antes: sintes controlados en tiempo real, efectos de todo tipo (más allá del vibrato y de los toscos filtros resonantes de impulse tracker) y en general una producción mucho más cuidada. El sonido "cd" por fin había llegado a los home studios más humildes. ¡De cero a cien en muy poco tiempo!
En definitiva, este EP es sin duda de escucha obligada para todos los fans de Radix (que no son pocos) y para los que deseen introducirse de alguna forma en uno de los sonidos que mejor han sabido evolucionar desde la demoscene hasta el infinito... ¡y más allá!
Por cierto, en Kahvi Collective están de celebraciones: ¡diez años desde el primer lanzamiento! Desde este pequeño rincón de la web esperamos que sean muchos más trayendo música libre de calidad.
Descarga desde kahvi collective.
A pesar de estos cambios, siempre lógicos, el músico sueco mantiene su idiosincrasia y sus iconos básicos: buenas melodías y atmósferas. Minutes es un magnífico ejemplo de lo que es capaz de hacer: pistas con líneas dulces, sonidos sintéticos suaves medidos al milímetro, efectividad y efectismo en la mezcla. Es un disco agradable de escuchar hasta decir basta, que a pesar de durar tan sólo doce minutos, puede ser escuchado en bucle una y otra vez porque no cansa.
Se deja bastante notar la influencia del mítico Buzz en toda la producción (aunque no estoy seguro de que este disco se produjera en este programa). Con influencia me refiero a que todo es muy demasiado cristalino, con ese sonido digital que intenta imitar la calidez de lo analógico. ¡El uso casi abusivo del delay también es marca de la casa! De alguna forma, una vez los trackers tuvieron libertad para franquear las barreras técnicas tradicionales, los usuarios de este tipo de software llegaron a obsesionarse un poco con hacer cosas impensables en un ordenador personal de cinco años antes: sintes controlados en tiempo real, efectos de todo tipo (más allá del vibrato y de los toscos filtros resonantes de impulse tracker) y en general una producción mucho más cuidada. El sonido "cd" por fin había llegado a los home studios más humildes. ¡De cero a cien en muy poco tiempo!
En definitiva, este EP es sin duda de escucha obligada para todos los fans de Radix (que no son pocos) y para los que deseen introducirse de alguna forma en uno de los sonidos que mejor han sabido evolucionar desde la demoscene hasta el infinito... ¡y más allá!
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